
“A veces tienes que tomar medicina para arreglar algo”. Donald Trump insiste en comparar la economía estadounidense con un paciente en proceso de curación. La “medicina”, según la tesis del presidente estadounidense, son unos aranceles que de momento solo han logrado que los mercados de todo el mundo se desplomen, también los de Estados Unidos, que acusan el temor a una recesión global. Una posibilidad que la Administración Trump no contempla.
Así, mientras los futuros de las acciones estadounidenses abrían el domingo por la noche con una fuerte caída, Trump se negaba a dar marcha atrás a su guerra comercial. En declaraciones a la prensa a bordo del Air Force One, el mandatario republicano reiteró la idea de que Washington tiene la sartén por el mango. Está dispuesto a negociar, dice, pero solo si eso resuelve el déficit comercial de su país.
“He hablado con muchos líderes, europeos, asiáticos, de todo el mundo. Se mueren por llegar a un acuerdo. Pero he dicho: no vamos a tener déficits [comerciales] con tu país. No vamos a hacer eso porque, para mí, un déficit es una pérdida. Vamos a tener superávits o, en el peor de los casos, vamos a llegar al punto de equilibrio”, ha esgrimido Trump.
El inquilino de la Casa Blanca también ha defendido que sus aranceles supondrán una recaudación de “más de un trillón de dólares” para Estados Unidos en un “corto” periodo de tiempo -cuya duración no ha especificado- solo con los gravámenes que ya ha impuesto, a la espera de que esta misma semana entren en vigor los aranceles individualizados por países.
“¿Qué va a pasar con el mercado? No puedo decirlo, pero puedo deciros que nuestro país se ha hecho mucho más fuerte”, ha defendido. Este lunes, precisamente, las principales bolsas asiáticas, que vienen sufriendo el golpe de los aranceles desde que Trump los anunció la semana pasada, se han desplomado: la de Taipéi, de hecho, ha sufrido la mayor caída de su historia.
Algo que no parece preocupar en exceso a Trump, que ha insistido en que su prioridad es resolver el déficit comercial de EEUU con China, la Unión Europea y otros países. “Si ellos quieren hablar sobre eso, estoy abierto a hablar. Pero, de otro modo, ¿por qué querría hablar?”, ha aseverado. “Quieren habar, pero no habrá negociación salvo que nos paguen mucho dinero anualmente”, ha insistido.
Los aranceles, “una cosa hermosa”
Mismos argumentos que Trump ha reiterado a través de su red social, Truth Social. “Tenemos enormes déficits financieros con China, la Unión Europea y muchos otros. La única manera en que este problema se puede curar es con aranceles que están trayendo decenas de billones de dólares a EEUU”, ha clamado.
Los aranceles, ha insistido, son “una cosa hermosa” a contemplar. Así, ha prometido revertir el superávit de esos países -del que culpa a su predecesor, Joe Biden- con respecto a Estados Unidos. “Algún día la gente se dará cuenta de que los aranceles, para Estados Unidos, son algo muy hermoso”, concluye su mensaje.
Sin acuerdo sobre TikTok
El mandatario, no obstante, ha admitido a bordo del avión presidencial bque su andanada arancelaria ha dado al traste con un potencial principio de acuerdo con China sobre la venta de las operaciones estadounidenses de TikTok, algo que él pretendía conseguir, precisamente, gracias a la presión de sus aranceles. Pekín, sin embargo, ha replicado con aranceles del 34% a EEUUque también entrarán en vigor en los próximos días.
“Teníamos un acuerdo prácticamente para TikTok, aunque no un acuerdo, pero bastante cercano, y luego China lo cambió por los aranceles“, ha admitido. Trump, sin embargo, ha usado también esto como argumento para defender su política arancelaria: “Si yo hiciera una pequeña reducción de aranceles, aprobarían ese acuerdo en 15 minutos, lo que demuestra el poder de los aranceles, ¿verdad?”, ha señalado.
La empresa china ByteDance, propietaria de TikTok, tiene que desvincularse de la red social en territorio estadounidense para que la plataforma pueda seguir operando en el país. La venta de sus operaciones allí, sin embargo, requiere el visto bueno de Pekín.