
Amazon no tiene planeado mostrar los costos adicionales por los aranceles de Estados Unidos junto a los precios de los productos en su página web, a pesar de la especulación derivada de un informe que afirmaba que el gigante del comercio electrónico pronto mostraría nuevos cargos de importación, así como de los comentarios de molestia por parte del gobierno del presidente Donald Trump denunciando tal movimiento. La reacción del gobierno estadounidense parecía basarse en una mala interpretación de los planes internos que sopesaba Amazon, en lugar de en una decisión final tomada por la empresa.
Únicamente el servicio Haul de Amazon —una tienda de bajo costo lanzada recientemente— “consideró la posibilidad” de listar los cargos de importación en ciertos productos, indicó el portavoz de la compañía Tim Doyle en un comunicado enviado a The Associated Press. Pero esto “nunca fue aprobado y no va a suceder”, aseguró el Doyle. Este martes, horas antes Punchbowl News había informado que Amazon estudiaba comenzar a mostrar cuánto del costo de cada producto se debía a los aranceles “justo al lado” de su precio total, citando a una fuente anónima al tanto del asunto. El gobierno federal no tardó en criticar la noticia sobre el posible movimiento.
En una conferencia de prensa, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, acusó el martes a Amazon de llevar a cabo un “acto hostil y político” y arremetió contra la compañía, insinuando que se había “asociado con un brazo de propaganda chino”. Donald Trump, por su parte, también se comunicó este martes por la mañana con el fundador de Amazon, Jeff Bezos, para quejarse sobre los supuestos planes de la compañía, según confirmaron fuentes a The Associated Press.

Posteriormente, Amazon emitió un comunicado donde aclaraba que no llevaría a cabo esta iniciativa, tras lo cual el gobierno de Trump pareció cambiar su postura. “Jeff Bezos fue muy amable. Fue estupendo”, dijo Trump a los periodistas antes de salir de la Casa Blanca rumbo a Michigan el martes por la tarde. “Resolvió un problema muy rápidamente e hizo lo correcto. Es un buen tipo”, concluyó el presidente estadounidense.
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, fue uno de varios titanes tecnológicos que asistieron a la juramentación de Trump en enero, ocupando algunos de los asientos más exclusivos justo detrás del presidente. Pero desde entonces la relación de Trump con gran parte del mundo corporativo ha sido puesta a prueba, una vez que las guerras arancelarias que ha lanzado el mandatario contra casi todos los socios comerciales de Estados Unidos continúan sumiendo a las empresas en la incertidumbre.
Los aranceles impuestos por Trump, y la respuesta de los países afectados, notablemente China, amenazan con elevar los precios tanto para los consumidores como para las empresas. Los economistas advirtieron que estos impuestos de importación aumentarán los precios de varios bienes que los consumidores compran cada día y llevarán a una peor presión inflacionaria. Muchos directores ejecutivos y empresas han compartido perspectivas más débiles debido a los nuevos, y a menudo intermitentes, impuestos de importación.
Además, algunas importantes compañías ya han aumentado sus precios, como Temu y Shein. A principios de este mes, Temu y Shein emitieron comunicados por separado, aunque prácticamente idénticos, en los que indicaron que sus gastos operativos habían aumentado “debido a cambios recientes en las reglas de comercio global y arancelario”, por lo que ambos anunciaron aumentos en sus precios a partir del 25 de abril.
Temu, propiedad de la empresa china de comercio electrónico PDD Holdings, ahora lista “cargos de importación” adicionales, que según se informa han duplicado los precios de muchos artículos, aunque los que están disponibles actualmente en almacenes locales parecen estar exentos. En tanto, Shein, ahora con sede en Singapur, incluyó un anuncio en su página de proceso de pago que dice: “Los aranceles están incluidos en el precio que pagas. Nunca tendrás que pagar extra en la entrega”.