
Una de las compañías más icónicas de los Estados Unidos tuvo que hacer una fuerte reestructuración de sus finanzas.

Una de las heladerías históricas de los Estados Unidos, que llegó a volverse de culto en la Costa Oeste con millones de clientes en su historia, está sufriendo el impacto colateral de la quiebra de la farmacia Rite Aid, y a pesar de estar establecida y ser exitosa por sí sola, está en peligro de cierre.
Lo que sucede con este producto, es que se vende casi exclusivamente en las sucursales de esta farmacéutica. El helado Thrifty se lanzó en 1940 en una pequeña fábrica de Los Angeles. Pronto se hizo popular. Y ya en la década del 70 se convirtió en un producto de culto para toda la Costa Oeste de Estados Unidos. Actualmente, Rite Aid es propietario de Thrifty Ice Cream y tiene 500 farmacias que lo ofrecen a través de un mostrador de helados al estilo tradicional.
La relación entre Rite Aid y los helados Thrifty que los obliga a cerrar 500 sucursales
Esta empresa es conocida principalmente por dos cosas, la extraña forma de sus conos de helado, que gracias a su bola patentada los produce en forma cuadrada y la particularidad en la variedad de sus sabores. La mala noticia es que la farmacéutica Rite Aid se encuentra en quiebra y planea cerrar sus 500 sucursales.
Esto sería un golpe muy grande para la heladería, aunque se venda en la sección de congelados de muchos supermercados. Pero se perdería la heladería como tal de cara al público. Por eso, las posibilidades que le quedan a la marca son encontrar inversores o reconvertirse a productos envasados para los supermercados.
A pesar de la quiebra: los helados Thrifty podrían mantenerse a la venta
La marca de helados Thrifty es muy exitosa, y en caso de aparecer un comprador, podría seguir funcionando. También podría seguir abasteciendo a los mostradores de helados que no pertenecen a Rite Aid. Y entre todas las opciones, la más optimista y productiva, sería que un inversor adquiera la fábrica para elaborar su propio helado o incluso producir algo más. Y siempre, lógicamente, también es posible que no surja ningún comprador.