
La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, hizo dos anuncios importantes en su relación con Venezuela.
Primero, dijo que está buscando asesoramiento” para que la “Guardia Costera use la fuerza letal contra cualquier embarcación no identificada que ingrese (…) desde Venezuela y, segundo, se expresó en contra de los migrantes venezolanos que residen en su territorio asegurando que el gobierno revisará su enfoque hacia ellos y les pidió regresar a su país.
“Les aconsejo a los migrantes venezolanos que están aquí que, por favor, comiencen a regresar a su país”, expresó.
La mandataria hizo estos anuncios tras rechazar las declaraciones de Venezuela sobre la detención de un ciudadano de su país que supuestamente formaba parte de un plan “terrorista” contra el gobierno de Nicolás Maduro.
“No solo son colombianos los que están entrando por Trinidad, también están entrando mercenarios de Trinidad, está detenido, a buen resguardo, respetándole sus derechos humanos y son parte de un grupo de terroristas que querían entrar a Venezuela”, dijo el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello.
Sin embargo, Persad-Bissessar afirmó que las autoridades trinitenses no han visto “evidencia que respalde los comentarios” y consideró como una “amenaza” las declaraciones de Cabello.
En Trinidad y Tobago residen unos 60.000 migrantes venezolanos que huyeron de la crisis de su país, muchos de ellos llegaron a través de embarcaciones por la costa.
Venezuela califica de “iracunda” la reacción de Trinidad y Tobago
El gobierno de Nicolás Maduro aseguró que recibió con extrañeza la reacción”iracunda” de Persad-Bissessar
“Lo procedente ante esta grave situación es ofrecer cooperación y disposición para esclarecer los hechos. La actitud virulenta y altisonante de la Primera Ministra levanta serias sospechas de complicidad con dicha incursión y compromete las buenas relaciones de cooperación que existen entre nuestros países en áreas fundamentales”, expresó la Cancillería de Venezuela.
En ese sentido, Venezuela pide a las autoridades de Trinidad y Tobago “no prestarse a juegos geopolíticos ajenos” a los intereses de sus pueblos, y “reafirma su compromiso con la paz, la soberanía y el respeto mutuo, recordando que cualquier preocupación legítima debe canalizarse por las vías diplomáticas, no mediante amenazas ni declaraciones infundadas que solo alimentan tensiones artificiales”.