

Este jueves 19 de junio de 2025 se estrenó un nuevo capítulo de Chespirito: sin querer queriendo, la serie biográfica de Max sobre la vida de Roberto Gómez Bolaños.
La producción ha desatado un torbellino de emociones en la audiencia al revivir pasajes personales del creador de El Chavo del 8, especialmente aquellos que tienen que ver con su turbulento matrimonio con Graciela Fernández.
El episodio recién estrenado navega entre el pasado y el presente para retratar el momento en que la relación entre Roberto y Graciela comenzó a resquebrajarse.
La ficción muestra cómo ella lo apoyaba con fe en sus sueños creativos, mientras se ocupaba de cuidar a todos sus hijos.

(MAX)
Una escena clave ocurre durante un viaje a Acapulco: el personaje de Chespirito está sentado con quien da vida a Florinda Meza y entre ellos se percibe un coqueteo evidente.
El entonces prometido de Florinda los observa a lo lejos y se acerca para recriminarles su actitud.
En paralelo, la serie sugiere que Roberto intentaba conversar con Graciela sobre ideas del programa, pero ella, absorbida por la maternidad, apenas podía prestarle atención.

En su autobiografía Sin querer queriendo, Roberto Gómez Bolaños ofrece su versión directa de los hechos.
“Mi relación con Graciela se había ido deteriorando paulatinamente. Al igual que en la gran mayoría de los casos semejantes de otras parejas, la culpa debía ser repartida entre los dos”, escribió con honestidad.
Sin embargo, también aceptó que “lo más probable es que a mí me correspondía el porcentaje mayor de dicha culpa”.

Chespirito reconoció que, mientras Graciela cometía fallas como la falta de interés o apoyo, él fue infiel.
“Mis errores se extendían hasta el campo de la infidelidad”, confesó.
Y aunque intentó librarse un poco al mencionar que se había sometido a una vasectomía y que las enfermedades venéreas supuestamente estaban casi erradicadas en aquella época, también admitió que todo eso “no era un justificante”.
Según el propio Bolaños, las constantes giras y las admiradoras terminaron por abrir una zanja entre él y su esposa.
“Esas circunstancias van cavando una zanja entre los cónyuges, poco profunda en un principio, pero abismal finalmente”, escribió.
El creador del Chapulín Colorado también describió el momento en que decidió separarse de Graciela.

Lo llamó “un inevitable trauma”, pero aseguró que permanecer juntos solo hubiera aumentado los daños. Aun con la culpa y el remordimiento, concluyó que “la solución de ruptura era la más razonable”.
De hecho, reveló que al dejar la relación también dejó en manos de su exesposa todos los bienes materiales que tenían en común.
En la serie el conflicto de Chespirito con Graciela se entrelaza con el inicio de una atracción más fuerte hacia Florinda Meza.
En la vida real, Chespirito escribió que al principio guardó silencio sobre sus sentimientos hacia Florinda por respeto a su posición como jefe.
Igualmente, relató cómo fue su primer acercamiento romántico a Florinda, previo a separarse de Graciela.
Según Bolaños, esto sucedió durante una gira, cuando el elenco fue a un bar y se quedó bailando a solas con Meza.
La tensión entre ambos habría aumentado, por lo que Chespirito insinuó que ‘le faltaban besos’ y florinda habría sido quien le habría dicho: “Si quieres besar a alguien, ¿por qué no me besas a mí?”.