
En la actualidad el mundo se asemeja a un gigantesco tablero de ajedrez donde China y Estados Unidos hacen sus mejores movimientos como parte de una guerra comercial de aranceles y control de importaciones mientras Europa y otros países también se ven expuestos a terribles consecuencias.
China en su jugada les suspende temporalmente unas tierras especiales a las industrias estadounidenses
Apenas iniciado el segundo gobierno de Donald Trump el controversial mandatario sorprendió al mundo con la imposición de altos aranceles a diversos países, pero principalmente a China, lo que inició el desarrollo de una guerra comercial en la que cada uno de estos países ha empezado a jugar sus mejores cartas.
En este juego de ajedrez geopolítico Estados Unidos ha utilizado como estrategia altos impuestos a los productos de varios países sabiendo que constituye el mercado predilecto de las compañías fabricantes, pero China no se ha quedado atrás y está empleando a su favor el control que tiene sobre la producción de ciertos elementos clave.
En otras palabras, las medidas de Trump contra China involucran restricciones tecnológicas, controles de exportación y la imposición de altos aranceles, sin embargo, el gigante asiático cuenta con una carta estratégica bajo la manga: el control de la producción de los minerales críticos o tierras raras.
Casi nada escapa al control chino: Produce y refina estos elementos críticos en un 99%
Con un acuerdo entre ambos países se estaría suspendiendo la guerra comercial que inició el gobierno de Trump contra China con el fin de frenar el avance de esta potencia asiática hacia el liderazgo económico mundial, una iniciativa que continúa la visión estratégica del primer gobierno del líder republicano.
En la actualidad China controla en un 70% la producción de estos minerales indispensables y su procesamiento en un 90%, lo que le confiere una capacidad importante para influir en el desarrollo de las industrias que dependen de los componentes que se fabrican con estas tierras raras.
Para tener una idea del alcance del gigante asiático en este sentido, basta saber que en el subgrupo de los minerales críticos más pesados el control chino sobre su refinación es de un 99%. Por otro lado, este país posee una infraestructura educativa y científica detrás de este control.
Un juego duro y controversial con tierra que salpica hasta a los robots de Elon Musk
Estos minerales críticos son fundamentales para algunas industrias del sector tecnológico, siendo utilizados principalmente para la fabricación de unos imanes especiales que se emplean en la construcción, instrumentación y control de equipos, dispositivos y herramientas claves en la actualidad, tales como:
- Automóviles eléctricos
- Drones
- Misiles
- Turbinas eólicas
- Aviones cazas
- Robótica
La interrupción en el suministro de estos minerales significa prácticamente la paralización de estas industrias y con ello el desplome de la economía global. De allí que dentro de la guerra comercial que se vive se mira con recelo el control que ejerce China sobre la tecnología de estas tierras raras.
Luego de que China impusiera restricciones a la exportación de estos minerales críticos como respuesta a la guerra arancelaria de Estados Unidos a inicios de abril se produjo recientemente la entrega de licencias con una vigencia de seis meses para exportar estas tierras raras, lo cual abre un compás de espera para la negociación.
Sin embargo, el control chino se extiende, tal como reseña The New York Times, la potencia asiática dispone de un grupo de programas en distintas universidades con propósitos de formación del personal científico, especialmente en el área química, dedicado al estudio de las tecnologías de producción y refinación de los mismos.
En conclusión, el mundo es un tablero de ajedrez para China y Estados Unidos, donde el futuro de este último no solo estaría en jaque sino también el de Europa, Japón e incluso Musk y su industria robótica, puesto que el problema de fondo no es el acceso a las tierras raras sino a las licencias requeridas para el procesamientos de las mismas.