
Qatar, tan moderna como Nueva York, anunció este lunes a su población que busque refugio porque será atacada. Estados Unidos, con una base militar norteamericana de 10.000 hombres en el Emirato, recomienda a sus ciudadanos que se protejan ya porque un ataque es “inminente” tras el bombardeo norteamericano contra Irán, el fin de semana. Su espacio aéreo está cerrado.
La Base Aérea Al Udeid, de 24 hectáreas, en el desierto a las afueras de Doha, la capital, es el cuartel general avanzado del Comando Central de EE.UU., que dirige las operaciones militares estadounidenses en una vasta extensión de territorio, que se extiende desde Egipto, al oeste, hasta Kazajistán, al este.
Es La base estadounidense más grande de Oriente Medio. Pero también hay bases norteamericanas en Kuwait, en Emiratos Arabes y Bahrein.
Estos serán los objetivos de Irán, después del ataque a sus instalaciones nucleares por parte de Estados Unidos.
El régimen de los ayatollahs no tiene demasiadas alternativas para golpear a Estados Unidos sino extender su acción punitiva a una guerra regional en el Medio Oriente sobre las bases norteamericanas, que va a afectar la economía mundial con el cierre y probable minado del estratégico Estrecho de Ormuz.
Por allí pasan 2.800 barcos petroleros por año y en el cual China es su principal usuario. Pero va a encontrar en Rusia, enemigo de la OTAN gracias a Ucrania, a un aliado.
Un asesor del Líder Supremo de Irán, el ayatollah Alí Khamenei, declaró el domingo que las bases utilizadas por las fuerzas estadounidenses para lanzar ataques contra instalaciones nucleares iraníes serían consideradas “objetivos legítimos”.
“Cualquier país de la región o de cualquier otro lugar utilizado por las fuerzas estadounidenses para atacar a Irán será considerado un objetivo legítimo para nuestras fuerzas armadas”, declaró Ali Akbar Velayati, citado por la agencia oficial de noticias IRNA.
Estados Unidos ha entrado en guerra y Europa y la OTAN, contra todas sus previsiones, deben confrontarla. Su interés era Ucrania y su temor, Rusia.
La Unión Europea ha quedado en el medio. Este “inminente ataque” para el que se prepara Estados Unidos en Qatar va a generar un peligroso e incómodo escenario para la Unión Europea, que celebraba este lunes una reunión en Bruselas. La OTAN se reunirá este martes, con la presencia de Trump.
Trump sólo informó al Reino Unido
El presidente norteamericano es un escéptico frente a la OTAN y solo informó previamente a Gran Bretaña de su ataque a Irán. Este abandono de sus socios y aliados europeos forzó a Europa a imaginar una defensa común, independiente de Estados Unidos, cuando Trump insiste en que “los aliados” deben gastar el 5 por ciento del PBI en defensa.
Pero cuando Rusia, contra quien estaba destinada originalmente la OTAN, advierte sobre “una inminente tercera guerra mundial”, la cumbre del martes será vital y adecuada a la corta concentración por los temas serios del presidente norteamericano.
Pero el ataque norteamericano a Irán, sin informar, involucra directamente a Europa, a la OTAN y la seguridad en cada uno de los socios, con probables ataques terroristas.
Los aliados europeos, reunidos en Bruselas, están desesperados llamando a “una desescalada y negociaciones”. De lo contrario van a quedar involucrados en un conflicto que no apoyan: ellos prefieren un acuerdo nuclear con Irán. Era lo que estaban negociando en Ginebra, cuando Estados Unidos atacó silenciosamente a Irán.
Los cancilleres europeos creen en “una solución negociada” con Irán. La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, afirmó que los líderes están “muy centrados” en encontrar una solución diplomática a la situación con Irán, ante la creciente “preocupación por las represalias y la escalada de esta guerra”. Afirmó que la decisión de Irán el cerrar el Estrecho de Ormuz “es algo extremadamente peligroso y perjudicial”.
También indicó que en la cumbre se debatirá el acuerdo de asociación con Israel, que la revisión de la UE está lista para su debate y que Israel presentará su respuesta.
Irán y EE.UU. deben negociar directamente
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, afirmó que la reunión de este lunes marcaba el inicio de una semana crucial para la seguridad en Europa y el mundo. Las conversaciones continuarán en las cumbres de la OTAN y la UE.
Wadephul afirma que los negociadores europeos comunicaron a Irán el viernes pasado en Ginebra que “un requisito fundamental para resolver el conflicto es que Irán esté dispuesto a negociar directamente con Estados Unidos”.
“Irán afirma que solo quiere negociar con Europa. Lo consideramos una buena señal. Pero también decimos que no es suficiente. Queremos que Estados Unidos participe”, añadió. “Irán debe saber que el mundo no aceptará que posea armas nucleares”, dijo.
Los ministros europeos “debatirán la situación en Oriente Medio”, y en particular que “la Franja de Gaza sigue siendo un tema que debe abordarse, ya que la situación humanitaria sigue siendo inaceptable”.
El artículo 5 de la OTAN y sus secuelas
El plan para la cumbre de la OTAN de este martes en La Haya era “conciso”, adaptado a la limitada capacidad de atención del presidente Trump y a la necesidad de evitar arrebatos y metidas de pata, como en el G7en Canadá. Una reunión breve para controlar a Trump, impredecible e impaciente con las reuniones largas.
La reunión consistirá en una sola sesión de dos horas y media. El comunicado de la cumbre, que establece los objetivos de gasto de la OTAN, constará de tan solo cinco párrafos en una hoja A4. Todo adaptado al presidente norteamericano y su conducta.
Pero ahora Trump habla de “un cambio de régimen” para Irán. Algo que los socios europeos no toleran.
Mark Rutte, secretario general de la OTAN y ex primer ministro holandés, estaba decidido a centrarse en una única decisión: aumentar el gasto de defensa de la OTAN al 5%. Aun considerando la resistencia de España.
En este nuevo contexto, será vital la discusión del articulo 5 de la OTAN y su solidaridad mutua, ante la posibilidad de un ataque iraní a bases norteamericanas, anuncios de ataques terroristas globales y estadounidenses como objetivos en Europa o cualquier lugar del mundo.
El Artículo 5 estipula que “si un país de la OTAN es víctima de un ataque armado, cada miembro de la Alianza considerará este acto de violencia como un ataque armado contra todos los miembros y tomará las medidas que considere necesarias para ayudar al país atacado”.
“Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, ocurrido en Europa o América del Norte, se considerará un ataque contra todas las Partes y, en consecuencia, acuerdan que, si tal ataque ocurre, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la Parte o Partes atacadas adoptando con prontitud, individualmente y de acuerdo con las demás Partes, las medidas que considere necesarias, incluido el uso de la fuerza armada, para restablecer y mantener la seguridad en la zona del Atlántico Norte”, sostiene el artículo 5.
“Cualquier ataque armado de esta naturaleza y cualquier medida adoptada como consecuencia de este se comunicará inmediatamente al Consejo de Seguridad. Estas medidas terminarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales”, establece. Trump no comunicó el ataque a sus legisladores o al Consejo de Seguridad de la ONU.
Pero más que la defensa, la cumbre iba a estar centralizada en Irán, sus repercusiones y Gaza. Probablemente el martes ya se hayan iniciado los ataques a las bases americanas y Europa se encuentra bajo máximo “alerta atentado”, ante el temor a ataques terroristas iraníes de represalia.
Gran Bretaña prefiere desescalar
La decisión estadounidense de atacar unilateralmente a Irán, sin solicitar asistencia al Reino Unido ni usar su base aérea conjunta Diego García, solo brindará a Sir Keir Starmer un breve momento de alivio y los europeos mayor inquietud.
Si bien deja a Gran Bretaña al margen del conflicto por ahora y probablemente la exima de la amenaza inmediata de represalias por parte de Teherán, expone hasta qué punto el primer ministro y sus principales ministros pueden influir o incluso cuestionar las acciones del presidente Trump.
Starmer se negó a decir explícitamente si apoyaba la decisión de Trump de bombardear Irán, al tiempo que advertía del “riesgo de escalada”.
El canciller británico David Lammy también eludió la pregunta de si apoyaba las recientes publicaciones de Donald Trump en redes sociales, que parecían favorecer un cambio de régimen en Teherán
Lammy afirmó que era posible que Irán aún tuviera reservas de uranio altamente enriquecido.
Al preguntársele si los ataques aéreos fueron legales, Lammy respondió en tres ocasiones que le correspondía a Washington responder a tales preguntas.
“Todos instan a los iraníes a tomarse en serio las negociaciones con el E3 y Estados Unidos”. Irán se niega actualmente a dialogar con Estados Unidos o Israel mientras se encuentre bajo ataque militar”, dijo.
“Sí, los iraníes pueden tener una capacidad nuclear civil, debidamente supervisada, que involucre a terceros. Pero no pueden seguir enriqueciendo uranio al 60 %”, dijo el canciller Lammy.
Sus comentarios dejaron abierta la cuestión de si el Reino Unido apoyaba la postura negociadora estadounidense de insistir en un enriquecimiento cero de uranio dentro del país, o si estaba dispuesto a aceptar que Irán pudiera enriquecer uranio al 3,67 % de pureza, el máximo permitido en el acuerdo nuclear con Irán firmado en 2015 y del cual el Reino Unido, a diferencia de Estados Unidos, no se ha retirado.