
Horas después de la entrada en vigor del alto el fuego propuesto por Donald Trump, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, afirmó este martes que ha terminado la guerra de 12 días que Israel desencadenó contra el régimen iraní.
“Estamos presenciando un alto el fuego y el fin de la guerra de 12 días que fue impuesta al pueblo iraní a través de la agresión imprudente y el belicismo del régimen sionista”, anunció el presidente en un comunicado.
Pezeshkian ha asegurado que el conflicto vino “impuesto por Israel”, al que, con su retórica habitual, ha acusado de lanzar “ataques terroristas con excusas falsas” que contravenían los esfuerzos diplomáticos iniciados por las autoridades iraníes para resolver posibles “malentendidos”, en alusión al potencial desarrollo de una bomba atómica.
Pese a que el presidente iraní ha reconocido que los ataques han provocado daños y pérdidas de vidas, considera “histórico” el “castigo infligido a Israel, un enemigo que fracasó una y otra vez”.
Pezeshkian ha afirmado que la operación israelí ha terminado por evidenciar el elevado coste de cualquier “aventura contra Irán”. También ha querido lanzar un mensaje a todos los países de la región, apuntando que Teherán es partidario de la “coexistencia y la estabilidad” y que sus esfuerzos siempre estarán “al servicio de la paz y la amistad entre los hermanos musulmanes”.
De hecho, Pezeshkian ha mantenido este martes una intensa ronda de contactos con líderes de otros países, a los que ha trasladado que el compromiso de Irán es el de respetar el alto el fuego, siempre y cuando Israel no viole la tregua.
En esos ataques murieron 610 personas y más de 4.700 han resultaron heridas, la mayoría civiles en Irán, mientras que en Israel se produjeron 28 fallecimientos.