
Después de un tiempo de trabajo interno, la plataforma Gure Esku en favor del derecho a decidir quiere volver a tener presencia en las calles. … Para ello ha convocado una manifestación este sábado en Bilbao.
– ¿Se puede decir que llevaban tiempo con un perfil bajo?
– Es imposible que un movimiento social esté siempre en la cresta de la ola durante 12 años. Puede parecer que después de tener mucha visibilidad con las cadenas humanas haya decaído todo, pero no es verdad. Aunque no seamos tan visibles para la sociedad, seguimos trabajando en lo esencial: crear redes y reunirnos con gente que pensamos distinto pero tenemos un suelo común, que es el derecho a decidir, que es un derecho democrático. Nacimos con la voluntad de crear puentes, no de abrir otra grieta.
– ¿Mantienen el mismo respaldo social y la influencia política que en sus inicios?
– La sociedad de hace 12 años no es la misma que la actual. Y antes teníamos un conflicto armado. En este tiempo hemos contribuido a que se naturalice el derecho a decidir. Además, por medio ha habido una pandemia que ha hecho mella en la manera de relacionarnos y comprometernos. Pero nosotros seguimos sintiendo el mismo respaldo.
– Los estudios sociológicos dicen que el sentimiento soberanista en la sociedad vasca está en mínimos históricos. ¿Esos datos les han llevado a hacer una reflexión sobre su trabajo?
– Las encuestas a veces indican una cosa, pero después comprobamos que realmente en la sociedad es otra. Y el Naziometroa, por ejemplo, dice que 7 de cada 10 están a favor del derecho a decidir y que al 52% le gustaría participar en el desarrollo de un nuevo estatus político. Por lo tanto, hay datos que alimentan que la ciudadanía vasca quiere participar.
– Otros informes no dicen eso.
– Es que si tú preguntas blanco o negro, pues la respuesta será blanco o negro. Pero si preguntas: ¿dónde se tiene que decidir el sueldo mínimo interprofesional? ¿Y el sistema de cuidados? ¿Qué tipo de relación tenemos que tener los territorios que conforman Euskal Herria? ¿Todo eso lo tenemos que decidir nosotros o lo tienen que decidir otros? Si preguntamos todo eso, la gente mayoritariamente dice que quiere decidir aquí. Nosotros reivindicamos que sí queremos decidir en aspectos que mejoran la calidad de vida en este país.
– ¿En esta reactivación de Gure Esku han tenido algo que ver las conversaciones abiertas entre los partidos para la reforma del Estatuto? ¿En ese proceso deben estar también ustedes?
– Llevamos años trabajando para que ese escenario se dé. Siempre hemos estado ahí, por ejemplo, en las comisiones parlamentarias. Así que nuestra activación no se debe a los partidos, es anterior. Nosotros hemos sido artífices para potenciar que los partidos retomasen el tema.
– ¿Están para azuzar a los partidos?
– Estamos para hacer pedagogía con la ciudadanía acerca del derecho a decidir. Hacemos de altavoz y en un momento dado, cuando se dan esos valles, sacamos la cabeza y decimos: ‘oye, acerca del derecho a decidir, ¿qué opinan ustedes? ¿Tienen intención de hacer algo? Somos un recordatorio permanente.
– ¿Qué les piden a los partidos?
– No sé ve muy bien por dónde van sus diatribas y a qué punto están llegando, pero les pedimos que lleguen a acuerdos de país. Más allá del camino que cada uno entienda que debe recorrer, nos encontramos en una coyuntura en la que los acuerdos de país son imprescindibles. Así que sigan hablando. Y recordarles que todo acuerdo es siempre más fuerte y duradero si cuenta con el beneplácito de la ciudadanía, así que la ciudadanía tiene que tomar parte activa también en este proceso.
– ¿Habla de un referéndum?
– Estamos abiertos a cualquier postura. El recorrido que se plantea es llegar aquí a ciertos acuerdos y después veremos en Madrid. Pues en ese ínterin, que la ciudadanía sea consciente de a qué tipo de acuerdos hemos llegado.
«Desistir no es una opción»
– ¿En ese hipotético pacto es innegociable el derecho a decidir?
– Hemos visto desaparecer tantas líneas rojas o que las líneas que antaño eran rojas cambien de color… Nuestra postura es clara: somos un pueblo y queremos decidir. Y nos gustaría que eso, de una manera u otra, estuviera presente en el acuerdo final.
– ¿Comparte con PNV y EH Bildu que la presencia de Pedro Sánchez en La Moncloa abre una oportunidad para avanzar y llevar un acuerdo a Madrid?
– Absolutamente. Recuerdo que hay cosas firmadas entre el PSOE y el PNV acerca de ir abordando todos estos temas. En este momento se puede trabajar, se puede debatir y podemos llegar a acuerdos. Porque todo lo que sea más y mejor autogobierno será bueno para todas las partes. Ahora hay sentimiento, hay necesidad, hay músculo y hay oportunidad. Somos una sociedad lo suficientemente madura como para abordar con serenidad y con sensatez estos retos.
– ¿Un posible Gobierno del PP limitaría sus opciones?
– Nadie lo sabe, así que en vez de movernos en hipótesis, ahora nos toca leer esta coyuntura. Pero lo que está claro es que no hay mayor frustración que no intentarlo. Cuando tienes una posibilidad, por pequeña que sea, cuando tienes la puerta entreabierta, pues poquito a poco hay que intentar hacerse sitio. ¿Será la última oportunidad? No creo. Desistir no es una opción.
– ¿Ven reticencias en el PNV a abordar esta cuestión?
– Cada partido tiene su forma de actuar, de pensar y hasta de organizarse. Cada uno viene de una historia concreta y Gure Esku no es nadie para criticar. Sólo decimos que en el derecho a decidir nos encontramos.