
Puede que aún no seamos conscientes del todo, pero hoy, jueves 24 de abril de 2024, se apaga una de las historias más increíbles que ha dado el fútbol. El amor entre un chico que nadie quería y un club al que nadie podía imaginar campeón. Jamie Vardy se marcha del Leicester City tras 13 años. Nadie lo vio venir; nadie lo olvidará. El ‘macarra’ que aprendió a querer y cumplió con aquello que tantos fallan: su propia palabra.
“He estado aquí tanto tiempo que realmente pensé que nunca terminaría”, arrancaba el veterano delantero inglés en su emotivo vídeo de despedida. 13 años han pasado desde aquel verano de 2012 en el que el Leicester City pagaba 1 millón de euros al Fleetwood Town, de quinta división, por aquel desconocido y problemático futbolista de 23 años. Una apuesta deportiva que le cambió la vida, en todos los sentidos posibles.
De la fábrica a la Premier
En 2007, Vardy jugaba en el humilde Stocksbridge, donde cobraba 30 libras a la semana (35 euros), por lo que trabajaba en una fábrica de prótesis de fibra de carbono para poder vivir sin dejar de lado su pasión. Sin embargo, años más tarde, una pelea en un bar complicó todavía más su futuro en el fútbol. El juez de la causa lo obligó a utilizar una pulsera electrónica en el tobillo y a llegar a su domicilio antes de las 18:30 de la tarde, por lo que se perdía algunos partidos.

Jamie Vardy, capitán del Leicester City / @vardy7
Pese a ello, más adelante pudo fichar por el Halifax Town, equipo de séptima división, donde marcó 27 goles y fue elegido el “jugador del año“. En 2011 llegó a quinta división, de la mano del Fleetwood Town, donde firmó 31 ‘dianas’ y un ascenso. Lo que no sabía aquel chico de Sheffield, de 23 años y cara de pocos amigos, es que la Championship llamaría a su puerta.
El verano de 2012, el Leicester desembolsó 1 millón de euros por él para llevárselo a la categoría de plata del fútbol inglés. El resto es historia. “Me querían cuando nadie más lo hizo. Si el barco se hunde, me hundiré con ellos”, recordaba Vardy sobre aquella etapa. Hoy, puede estar orgulloso de haber cumplido con su palabra.
Su comienzo en el club no fue nada bueno, solo marcó cuatro goles en su primera temporada. Nigel Pearson, el entrenador de aquel Leicester, confió en él igualmente y sacó su mejor versión en el siguiente curso. Celebró 16 goles en 37 encuentros durante la temporada 2014-15 y consiguió el ascenso a la Premier League. Aquel ‘currante’, por el que nadie daba un duro en 2012, alcanzaba la mayor categoría del fútbol inglés. El destino le tenía reservada una mucho más grande.
Historia en la Premier
Su confianza, picardía, velocidad y olfato goleador, que trataba de ‘animar’ en las previas de los partidos con varias latas de Red Bull y cafés dobles, fue vital para conquistar la Premier League en el año de su ascenso. De la mano de Claudio Ranieri y acompañado de jugadores de primer nivel que nadie conocía en aquel entonces como Kasper Schmeichel, Riyad Mahrez o N’Golo Kanté, entre otros, Vardy cerró su primera temporada en la élite con 24 goles, 7 asistencias y el orgullo de cambiar la historia del fútbol.
Vardy se destacó como el ‘Bad Boy‘ que rompió todos los estigmas en la Premier League. ¿Por qué no se podía mirar al ‘Big Six’ a los ojos? Vardy y su Leicester lo hicieron, les mordieron en la yugular, y los desangraron —como a las casas de apuestas— en una temporada que nadie podía creer. Aún es difícil de explicar.

El Leicester, campeón de la Premier 2015-16 / EFE
Lógicamente, los ‘grandes’ de Inglaterra, humillados por aquel humilde equipo que acababa de colarse con todos los méritos en el Olimpo de la Premier, trataron de meter sus garras en aquel proyecto. El Chelsea convenció a Kanté ese mismo verano, Mahrez cayó en la tentación en 2018 poniendo rumbo al Manchester City y Schmeichel aguantó hasta 2022, cuando fichó por el Niza. Vardy no contempló nunca la opción de irse del King Power Stadium.

Vardy, junto a Mahrez y Kanté durante un partido del Leicester / ‘X’
Su despedida pone el punto y final a esa historia de locura que atrapó a todo el mundo. Incluso los que no son aficionados al fútbol sabían de ese Leicester y sus ‘zorros’. El último superviviente del equipo del pueblo. Ya han pasado casi 10 años de aquello y parece que fue ayer. El paso del tiempo es inevitable.
Una promesa cumplida
Desde entonces, Vardy llegó a cuartos de Champions League, disputó el Mundial de 2018 con Inglaterra, fue el máximo goleador de la Premier en 2019-20 superando a Salah, Agüero y Aubameyang, ganó la FA Cup en 2021, descendió a Championship en 2023, volvió a llevar al Leicester a la élite con 37 años y 20 goles, y pondrá fin a su aventura en el club esta temporada con la tristeza de un descenso inevitable. Para lo bueno y lo malo, siempre ha estado con el club que apostó por él.

Jamie Vardy, una carrera admirable en el Leicester City / Leicester City
Jamie Vardy no solo jugó para el Leicester. Lo hizo para todas aquellas personas que sueñan en grande, que luchan por lo que quieren y que se niegan a rendirse, incluso cuando el mundo les da la espalda. Su carrera no es solo una historia de fútbol, es una lección de vida para todos aquellos que sienten que no encajan. Vardy les gritó en la cara que sí se puede. Mucho más que un delantero, un símbolo. Porque cuando levantó la Premier, levantó millones de sueños. Porque a veces, los cuentos de hadas también se escriben en estadios de fútbol.