
La presencia de un espacio físico puede ser importante, pero no es del todo decisivo. Sin ir más lejos, con cada vez más las firmas que implementan un cambio drástico y se alejan de las viejas creencias. Un claro ejemplo es el de TD Bank, el banco con sede en Toronto que recientemente anunció que cerrarrá docenas de sucursales en los próximos meses. A esta planificación, que puede resultar auspiciosa, se suma otro competidor: Santander (SAN) está repitiendo la fórmula.
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El banco español, que tiene un negocio importante en Estados Unidos, bajará la persiana de 95 sucursales en el Reino Unido y 18 en el país norteamericano. En lo que respecta a USA, se llevarán a cabo en la región de Nueva Inglaterra, en los siguientes estados:
Seis de los cierres ocurrirán solo en Massachusetts, donde Santander es el tercer banco más trascendental. Y para darle sustento a esta decisión que no pasará desapercibida en los clientes, apareció en escena el portavoz de Santander. “Banco Santander continúa refinando su red de sucursales y presencia minorista, incluyendo la introducción de nuevos formatos e inversiones en capacidades digitales para atender mejor a nuestros clientes y satisfacer sus necesidades en evolución”, explicó.
Un cambio significativo
El cierre de sucursales no sólo es una metodología adoptada por los bancos, sino que también se viene implementando en otros rubros. Por ejemplo, los supermercados vienen aferrándose a la idea de vender de manera online y no tanto en espacios físicos. Ya sea que paguen por adelantado y recojan sus productos mediante un servicio de carga en la acera, o que reciban sus compras a domicilio, la forma en que los clientes deciden comprar cambió sustancialmente.
Lo mismo ocurre con la forma en la venta de ropa, muebles, electrónicos e incluso automóviles. Sin ir más lejos, en caso de aferrarse a las estadísticas, más del 17% de todas las ventas en Estados Unidos se realicen a través del comercio electrónico, con el atenuante que la cifra aumenta lentamente cada año. Eso significa que muy pronto, uno de cada cinco dólares gastados en este país se gastará en línea.