
La Defensa Civil de Gaza ha informado este miércoles de la muerte de al menos ocho personas en el norte de la Franja en los últimos bombardeos israelíes.
El ataque ha alcanzado la casa del camarógrafo y periodista local Osama Al-Arbid, según ha declarado a la agencia Afp Mahmud Bassal, portavoz de la organización. Israel ha asesinado a más de 220 periodistas desde el 7 de octubre de 2023.
Los ataques continúan en medio del caos de la entrega de la ayuda humanitaria que Israel permite entrar en el enclave. Este martes, tres personas murieron en una avalancha provocada cuando miles de personas irrumpieron en el punto de reparto de víveres montado por una organización respaldada por EE.UU. y autorizada por Israel para suministrar la ayuda al margen de la ONU.
La ONU ha advertido de que esta forma del reparto de ayuda no cumple con los principios humanitarios y puede ser una “cortina de humo” para continuar con la violación de los derechos humanos de los palestinos, y que la cantidad “no cubre ni de cerca la escala y volumen” de las necesidades de los 2,1 millones de habitantes de la Franja.
Al mismo tiempo, la ONG World Central Kitchen, fundada por el cocinero español José Andrés, ha denunciado que las Fuerzas Armadas israelíes retienen sus camiones en el lado gazatí del paso fronterizo de Kerem Shalom y no han facilitado rutas hasta las cocinas donde se suministra a la población.
El 7 de octubre de 2023, Hamás llevó a cabo una incursión en el sur de Israel, matando a 1.200 personas y secuestrando a 250, de las que una veintena podrían seguir aún con vida dentro de Gaza. La ofensiva israelí que siguió ha reducido Gaza a escombros y ha matado al menos a 54.056 personas y herido a 123.129. Además, Israel ha provocado la hambruna y ha obligado a desplazarse múltiples veces a alrededor de 1,9 millones de personas. El Tribunal Internacional de Justicia investiga si la actuación de Israel constituye un crimen de genocidio.