
El cantante Joe Jonas fue panadero por un día en Caracas Bakery, una reconocida panadería venezolana del distrito Miami Modern, conocido como MiMo, donde se encontró con sus fans. Cuál es la historia detrás del negocio latinoamericano que fundó Jesús Brazón.
La visita del cantante de los Jonas Brothers a Caracas Bakery fue parte de la promoción de su nuevo sencillo solista “Heart By Heart”, que saldrá el próximo 25 de abril.
Joe Jonas había convocado a sus fanáticos a acompañarlo el pasado miércoles 16 de abril a las 17 hs (hora local) en la panadería, con una publicación en Instagram que solo tenía la dirección del local venezolano.
Algunos de sus seguidores viajaron desde Orlando o Tampa solo para verlo personalmente. “No sé qué me pasó por la cabeza, estaba muy emocionado por su llegada a Florida y pensé ‘tengo que pedir permiso en el trabajo para estar allí’”, sostuvo Morgan Monroe, una fan que condujo desde Tampa, en declaraciones a Local 10.
Además de firmar autógrafos y sacarse fotos, Jonas sirvió café y ayudó en la cocina de Jesús Brazón, dueño de la popular panadería latinoamericana que tiene una gran historia superadora detrás.
Jesús Brazón, dueño de Caracas Bakery, llegó a Estados Unidos en 2008, cuando huyó de Venezuela luego de que lo secuestraran a cambio de un rescate en Caracas. De allí viajó a Canadá y luego a Nueva York, antes de instalarse en Miami.
El panadero aprendió a hornear en la cocina de su departamento con videos de YouTube, aunque al principio no era muy bueno. Durante dos años, no pudo comer su pan porque era “amargo y desagradable”. “Tenía gusto a alfombra”, recordó sobre el primero que horneó, en una entrevista que brindó Miami Herald.
En medio del clima tenso de su país, con crisis sociales y económicas, los padres de Jesús, Manuel Brazón y Scarlet Rojas, viajaron hacia el sur de Florida y se encontraron con su hijo. Ya en Estados Unidos, su papá trabajó en Zak the Baker durante cuatro años, hasta que, junto a Jesús, abrió en enero de 2020 su primera panadería Caracas, en la ciudad de Doral.
Era un local pequeño de apenas 93 metros cuadrados. “Solo estábamos mi padre, mi madre y yo, teníamos un barista ayudando en la entrada”, recordó. Poco a poco, empezaron a formarse largas filas de personas que querían comprar el pan recién horneado por la mañana, para el mediodía ya no había más.
Tres años después, Jesús Brazón decidió abrir su propio local en el área de MiMo, dentro de un modesto centro comercial. “Quería intentar abrir un lugar más grande y no quería hacerlo en una comunidad latina. Me dije a mí mismo: ‘Voy a probar y demostrar que puedo trabajar en cualquier lugar’”, recordó.
En 2024, el venezolano llegó a la final de los premios James Beard, considerados los Oscar gastronómicos, en la categoría de Mejor Pastelero o Panadero. Si bien no lo obtuvo, el panadero ganó popularidad y todavía cientos de personas acuden a su local en busca de sus panes horneados, pasteles, desayunos completos y los cachitos rellenos de jamón y queso, una comida típica de su tierra natal.