
A la espera de las novedades de este domingo, la junta militar de Birmania elevó este sábado a 1.644 los muertos, 3.408 los heridos y 139 los desaparecidos por el terremoto que el viernes azotó al país. Hay una probabilidad del 35 por ciento de que el número de muertos esté entre 10.000 y 100.000 personas, según el modelo de pronóstico del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
En Bangkok, Tailandia ya se ha confirmado este domingo que el número de fallecidos asciende a 17, mientras continúan los trabajos para rescatar a las decenas de trabajadores desaparecidos bajo el rascacielos en construcción.
La catástrofe fuerza el alto el fuego
A la tragedia provocada por la catástrofe natural, se suma otra complicación importante, que es la guerra civil que asola gran parte del país, incluidas las zonas afectadas por el terremoto. En 2001, los militares arrebataron el poder al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, lo que desencadenó lo que desde entonces se ha convertido en una importante resistencia armada.
Las fuerzas gubernamentales han perdido el control de gran parte de Myanmar, y muchos lugares son extremadamente peligrosos o simplemente imposibles de alcanzar para los grupos de ayuda humanitaria. Más de 3 millones de personas han sido desplazadas por los combates y casi 20 millones se encuentran en necesidad, según las Naciones Unidas.
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La interacción entre la política y el desastre quedó patente el sábado por la noche, cuando el Gobierno de Unidad Nacional en la sombra de Myanmar anunció un alto el fuego parcial unilateral para facilitar las labores de socorro tras el terremoto.
Afirmó que su brazo armado, las Fuerzas de Defensa del Pueblo (PDF) “implementarán una pausa de dos semanas en las operaciones militares ofensivas, excepto las acciones defensivas, en las zonas afectadas por el terremoto a partir del 30 de marzo de 2025”.
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Aseguró que “colaborará con la ONU y las ONG para garantizar la seguridad, el transporte y el establecimiento de campamentos temporales de socorro y médicos” en las zonas bajo su control. Las fuerzas de la junta militar de Birmania no habían dejado de bombardear zonas rebeldes pese a la destrucción causada por el seísmo.
Más ayuda internacional “inmediata y vital”
El Gobierno de Reino Unido ha anunciado este sábado el envío de casi 12 millones de euros para “ayudar a brindar respuesta humanitaria” en Birmania. “Reino Unido está enviando ayuda inmediata y vital al pueblo de Birmania tras el devastador terremoto. Los socios locales financiados por Reino Unido ya están movilizando una respuesta humanitaria sobre el terreno, y este paquete de 10 millones de libras reforzará sus esfuerzos”, ha explicado la titular del departamento de Estado de Desarrollo Internacional, La Baronesa Chapman.
El objetivo de este paquete es reforzar la asistencia humanitaria en las zonas más afectadas por el terremoto, y se enfocará principalmente en el “suministro de alimentos y agua, medicamentos y refugio“, según un comunicado del Ejecutivo británico.
El Gobierno de Japón anunció este domingo que ofrecerá “todo el apoyo posible” a Birmania. “Como primer paso, estamos coordinando la entrega rápida de suministros“, añadió el comunicado.
El equipo de rescate procedente de China llega a Yangón, Myanmar Wang Shen / Xinhua News
Varios países como Rusia, China, India o Vietnam han anunciado ya el envío de personal especializado en labores de rescate y ayuda para la población afectada por el terremoto. Algunos de esos contingentes acuden con equipación de gran valor para ayudar en las tareas de búsqueda de desaparecidos.”Cuentan con endoscopios y aparatos acústicos para buscar a personas sepultadas a hasta 4,5 metros de profundidad, así como radares de penetración y de imagen termal”, ha resaltado el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso.
También China ha enviado también dos equipos de rescate a Rangún y ha preparado el envío de tiendas de campaña, mantas, material de primeros auxilios, alimento y agua potable, según recoge la agencia de noticias china Xinhua. Además, el Gobierno chino ha comprometido unos 13 millones de euros en ayuda de emergencia para responder al terremoto.
Por su parte, el Gobierno de Vietnam ha anunciado el envío de 79 rescatistas del Ejército con perros rastreadores para colaborar en las labores de búsqueda e India, por su parte, ha enviado ya 80 especialistas de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres y 15 toneladas de ayuda a través de las Fuerzas Aéreas.
Asistencia material y psicosocial
El miedo a posibles réplicas pero sobre todo, a la inestabilidad de los edificios, mantiene a miles de personas durmiendo en la calle.
Varias personas duermen al borde de una carretera en Naipyidó, Myanmar EFE/EPA/NYEIN CHAN NAING
Cumplidas ya las 24 horas desde que se desató el terremoto, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha alertado de que la situación en Birmania sigue siendo crítica, en especial en las zonas de Sagaing, Mandalay y la capital, Naipidó.
Como otras ONG, Cruz Roja está prestando apoyo a la población, tanto en sus necesidades materiales como emocionales. Proporciona refugios temporales para los equipos de rescate y también para los rescatados.
Los especialistas aseguran que algunas personas en Mandalay están sufriendo traumas por el terremoto y se quedan fuera de sus casas por seguridad. Los voluntarios locales contactan con los afectados para evaluar sus necesidades y brindarles apoyo psicosocial.
Búsqueda de desaparecidos
En la vecina Tailandia, en Bangkok, hay confirmados 17 fallecidos y 83 desaparecidos, casi todos en el lugar donde se derrumbó el rascacielos en construcción, cerca del turístico mercado de Chatuchak.
Allí continúan las tareas de desescombro de la torre de 30 pisos convertida en una mole impenetrable. El sábado, se trajo más maquinaria pesada para mover las toneladas de escombros, pero la esperanza se desvanecía entre amigos y familiares.
El familiar de un desparecido en el rascacielos de Bangkok observa el trabajo de los rescatistas AP/Wason Wanichakorn
También en Birmania apremia la búsqueda de desaparecidos bajo edificios desplomados y, donde los equipos profesionales no llegan, se organizan esfuerzos civiles para ayudar a las víctimas y buscar supervivientes.
Voluntarios trabajan en el lugar donde se derrumbó un edificio en Mandalay, en el centro de Myanmar AP/Thein Zaw
Solidaridad de España
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado su solidaridad y la de todo el Gobierno de España “con el pueblo de Tailandia y Myanmar ante la terrible tragedia provocada por el terremoto que ha sacudido la zona”.
“Mi cariño para todas las víctimas y familiares”, ha escrito en un mensaje publicado la tarde del sábado en la red social X .