
Francia digiera la derrota ante España y se agarra a la reacción con la entrada de Cherki para evitar un análisis más catastrofista. El 5-1 que reflejaba en el marcador habría tenido peores consecuencias hasta para Deschamps, pero ahora el seleccionador y la prensa se aferran a las estadísticas para buscar el lado positivo. Y es cierto que Les Bleus cambiaron el guión esperado del partido. Todo el mundo imaginaba una Francia más a la contra, pero los números dicen, como apuntaba Deschamps, que en el juego se impusieron a su rival: tuvieron más posesión (57%), más remates (24 contra 16), más remates entre los tres palos (9 frente a 8), más centros al área (15 ante 7) y más pases (501 frente a 392). En definitiva, todo lo que nadie esperaba y menos ante España.
Deschamps ha tratado no señalar a los jugadores que completaron la línea defensiva pero no hizo falta nombrarlos. Casi todos ellos se han llevado la peor nota de los medios galos y hay que sumar esta vez a Maignan, que pudo hacer más en el gol de Lamine. Sin Saliba, Upamecano y Koundé, los palos han ido para Lenglet, Konaté y Kalulu, que debutaba con Francia. Tampoco convenció la apuesta de Theo en el lateral.
Espectacular la volea desde la frontal
Pero no son los únicos. A la selección se le achaca su falta de efectividad en los últimos metros. Y es cierto que en este aspecto no hay excusa porque Deschamps cuenta con una de las selección más poderosas a nivel ofensivo. El experimento de Olise en la media punta no funcionó, Dembélé volvió a la derecha cuando Luis Enrique ha sacado lo mejor de él como media punta y la banda izquierda fue para Doué con Kylian como media punta. La sensación es que Deschamps no pudo dar el once una imagen de equipo cohesionado, si bien la faltaba mucha gente importante en la medular, empezando por Tchouaméni, que está en el grupo pero que se está entrenando al margen aunque no hay parte de lesión de la Federación Francesa.
En la medular, Deschamps ha decidido cerrar une etapa con Kanté, pero tampoco ha podido contar con Camavinga por lesión. El seleccionador está llevando a cabo la transición que se esperaba pensando en su última cita como seleccionador, el Mundial de Estados Unidos, pero no ha dado con la tecla en la primera prueba ante España. Le queda el duelo del domingo ante Alemania para ir perfilando su nueva idea. Del 4-3-3 habitual, el entrenador formó ante la Roja con un 4-2-3-1, pero también forzado por la baja de Tchouaméni. La entrada de Cherki dio otro aire al equipo y todo apunta a que será una de las novedades del grupo para la próxima Copa del Mundo.
El papel de Griezmann
La Francia de Griezmann o Giroud ha dado paso a la de Mbappé y Dembélé. Pero quedan cabos por atar. Kylian ha logrado volver a marcar con Les Bleus casi un año después y parece que será la referencia en ataque para buscar otras opciones en la izquierda. Además de Cherki, Doué, que fue de lo mejor en la primera parte de Francia, puede ser otra de las apariciones de la nueva Francia. Falta por ver quién va a asumir el vacío que ha dejado Griezmann como elaborador de juego y le hará falta a Deschamps otro jugador de ese perfil porque su grupo no anda sobrado en la sala de máquinas.