
Los servicios de emergencia se han movilizado completamente en toda la Comunidad de Madrid para atender emergencias motivadas por el apagón eléctrico masivo registrado en torno a las 12:30 horas de este lunes, como el rescate de personas atrapadas en ascensores, desalojo de estaciones y otras incidencias.
Los servicios de VTC han disparado los precios por alta demanda. Un viaje entre Madrid y Alcorcón cuesta 90 euros cuando lo normal es que sea de 25 euros.
A las 14:00 horas seguían los problemas en las calles de la capital, en principio sin constancia de ningún incidente grave. Sí hay mucha preocupación en los ciudadanos, sobre todo de los afectados por la ausencia de transporte público, salvo taxis y autobuses, que circulan repletos. Muchas personas están compartiendo taxi ante la ausencia del transporte público.
Aunque muchos semáforos no funcionan, la situación por la capital no es caótica aunque hay muchas vías, como el paseo de la Castellana, donde se producen ya retenciones al no funcionar algunos semáforos, según ha podido confirmar EFE.
De hecho, en la estación de Atocha muchos viajeros que no han podido coger su tren permanecen en las terrazas aledañas, con sus equipajes, esperando pacientemente mientras toman un refrigerio.
En la Puerta del Sol, la estación de metro y Cercanías ha sido desalojada, con la entrada cerrada a cal y canto, custodiada por vigilantes.
Algunos comercios siguen funcionando y vendiendo, a pesar de no tener luz, y otros han decidido cerrar la persiana, como la tienda de Apple.
En algún establecimiento están tratando de sacar a personas que se han quedado atrapadas en los ascensores mientras siguen llegando efectivos de la policía.
La búsqueda de taxis por parte de clientes en las calles de Madrid se está haciendo a la desesperada, ante la imposibilidad de utilizar otro transporte público, mientras en la estación de Chamartín hay mucho movimiento de taxistas, aunque los pasajeros se ven obligados a acarrear grandes maletas, porque las escaleras mecánicas no funcionan.
Todos siguen pendientes de sus móviles, y los viajeros y las tripulaciones aguardan con aparente tranquilidad a que se reanude el servicio.
En la Gran Vía madrileña funcionan con normalidad los semáforos aunque el tráfico está siendo conducido por agentes de policía, que mantienen cortado uno de los carriles.
En las inmediaciones turistas y madrileños pasean con tranquilidad ante el trabajo y movimiento de las fuerzas de seguridad que se desplazan entre varios puntos.
Por otro lado, algunos colegios también se han puesto en contacto con los padres de los alumnos para que vayan a recoger a sus hijos.