Este jueves 20 de febrero, Colombia amaneció de luto: Wilson Manyoma Gil, mejor conocido como ‘Saoko’ en la industria musical y miembro de la agrupación Fruko y sus Tesos por varios años, falleció a la edad de 73 años en la ciudad de Cali, dejando un legado importante en la salsa colombiana, a la que aportó historia, ritmos y letras que han marcado a generaciones
Con temas como ‘Los Charcos’, ‘Mi Río Cali’ y ‘Tú sufrirás’, Manyoma se ganó un espacio en el corazón y en las casas del país, pues la profundidad de sus canciones dejó huella y su capítulo con Fruko lo volvieron uno de los íconos musicales más importantes del país.
Sin embargo, su gran himno fue ‘El preso’, canción que relata la historia de un hombre que añora la libertad y que cuenta la vida, los días y el paso del tiempo tras las rejas, sometido a las peores condiciones y hablando de la soledad. Esta canción ha tenido un impacto importante en el país y le han dado varios títulos por su popularidad.
‘El preso’, la canción más escuchada en la historia de la radio en Colombia
Una letra profunda, llena de dolor y sentimiento se plasman en la canción que salió en el álbum ‘El Grande’ de Fruko y sus Tesos, producido en 1975. Para ese año, la canción tuvo una acogida inmediata entre el público colombiano, los medios de comunicación y, por supuesto, las emisoras que, en esa época, tenían poder de convencimiento.
Radio Nacional de Colombia, la radio pública del país que llega a más del 90 % de los rincones del país, la nombró un “himno universal de la salsa”. El diario El Nuevo Siglo, hace algunos años, la ubicó en la casilla número 10 en el Top 10 de las canciones más colombianas, por ser “un clásico de la salsa que aún pone a bailar a cientos en discotecas nacionales e internacionales”.
No obstante, la canción, compuesta por Álvaro Velásquez e interpretada por Manyoma cuando apenas tenía 24 años, tiene otro récord: es la canción más escuchada en la historia de la radio en Colombia, con más de 102 millones de reproducciones desde su lanzamiento hace 50 años.
Y desde entonces comenzó una carrera inolvidable. En los nueve años en los que estuvo en la agrupación, se consolidó como una de las voces más queridas y reconocidas de la salsa y la música tropical colombiana. Su canción lleva cinco décadas haciendo bailar a todos en Colombia y hoy su voz se apaga, pero su legado queda en el corazón de todo un país.
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